Por que los perros rascan su cama, el comportamiento de rascar la cama antes de acostarse es bastante común en los perros en general, no solo en los Pugs o Carlinos. Este comportamiento tiene sus raíces en los instintos naturales de los perros que se han mantenido a lo largo de la evolución. Aquí hay algunas posibles razones para este comportamiento:
- Instinto de construcción de nidos: Rascar la cama puede ser un comportamiento heredado de los ancestros salvajes de los perros, que solían raspar y acomodar el suelo o el follaje para crear un área cómoda para descansar y dormir. Aunque los perros domésticos no necesitan construir un nido en el mismo sentido que los lobos salvajes, este instinto todavía puede manifestarse cuando están preparando su lugar para descansar.
- Marcado de territorio: Los perros tienen glándulas en sus patas que secretan feromonas, y rascar la cama puede ser una forma de marcar su territorio con su aroma. Esta acción puede proporcionar una sensación de seguridad y familiaridad para el perro cuando se acuesta en su cama.
- Ajuste del entorno: Rascar la cama también puede ser una forma en la que los perros ajustan su entorno antes de acostarse. Pueden estar nivelando la superficie, creando un pequeño espacio cómodo o simplemente explorando y manipulando su área de descanso.
- Liberación de energía: Rascar la cama puede ser una forma de liberar energía acumulada antes de descansar. Los perros a menudo realizan comportamientos como cavar y raspar como una manera de mantenerse activos y expresar su instinto de exploración.
- Comodidad y preparación para dormir: Rascar la cama también puede ser simplemente una forma en que los perros se sienten más cómodos y preparados para dormir. Algunos perros pueden estar ajustando la cama para que esté a su gusto antes de acomodarse.
El comportamiento de rascar la cama antes de acostarse es una mezcla de instintos naturales, necesidades de comodidad y expresión de energía. Puede variar de un perro a otro y no se limita a una raza específica como los Pugs o Carlinos. Si tu perro realiza este comportamiento, no es motivo de preocupación, a menos que se vuelva excesivo o compulsivo, en cuyo caso podría ser recomendable consultar con un veterinario o un adiestrador de perros.